De la presentación de Maluma en el fashion show de D&B y otras cuestiones…

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FOTOGRAFÍA: DOLCE&GABBANA.COM
Desde que los directores creativos de Dolce & Gabbana, Stefano y Domenico, dieron a conocer que el invitado musical para su show en la presentación de su desfile masculino otoño/invierno 2018/19 sería el artista reguetonero Maluma, se creó una atmosfera de incertidumbre; era necesario esperar el fashion show para que cualquier comentario y opinión tuvieran mayor validez. Y por supuesto, que su sequito de influenciadores digitales que antes se han visto sobre la pasarela, volverían para ser los maniquíes de las piezas de ‘#DGKingsAngels’.


En primer lugar hay que aceptar que Maluma más allá de ser una estrella del mundo digital, es un influenciador por su vestimenta, que alimenta con piezas de marcas de lujo y de diseñadores independientes, algunos de ellos colombianos que comienzan a crear un nombre en la industria de la moda (¡bravo por apoyar el talento del país!), así que no es tan sorprendente que fuera elegido para unirse a la lista de millenials de D&G. Por otra parte, y está si debería —o debió— tener más importancia para Maluma y para su carrera, puesto que es una experiencia-negocio importante que una marca con reconocimiento mundial lo contratara para uno de sus desfiles, eso ayuda en su consolidación y una gran estrategia de marketing para llegar a otros mercados/seguidores en el mundo. Y el resultado no estuvo del todo mal. Maluma hizo una buena interpretación de dos de sus éxitos y la pasarela tuvo su cumplido, no obstante fue por separado. No hubo un hilo conductor entre piezas de lujos y el reggaetón para que tuviera un mayor éxito. Hubiese tenido mayor relevancia si solo hubiera participado como modelo del desfile. 


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CAMERON DALLAS / FOTOGRAFÍA: DOLCE&GABBANA.COM

El invitar a un cantante latino hace pensar indudablemente en la estrategia utilizada por Chanel cuando J. Balvin fue uno de los invitados especiales de Largerfeld para presenciar su desfile. Así que por ese lado, no era una idea novedosa de la marca italiana aunque cumpliría el objetivo, ser trendig topic en la esfera digital. Sin embargo no queda allí. Eso hace pensar en las tácticas que utiliza la firma para acaparar las miradas, y es comparable con los métodos que utilizan algunos manager de las celebrities de Hollywood, ser la noticia del momento no importa el cómo. Bien logrado por parte de D&G, aunque los comentarios no fueran precisamente sobre los estilismos y la confección de cada prenda. En ese sentido, los diseñadores deberían reflexionar si quieren llamar la atención de sus consumidores en un show y una falsa experiencia o enfocarse en una fórmula efectiva para vender lo que producen, y tienen de donde trabajar porque sus pasarelas son una declaración de multiculturalidad —influencers— y la mejor manera de acercarse al público hoy día es por medio de las pantallas y de eso se encargan sus millenials.

Con respecto a involucrar a influenciadores que conquistan diferentes plataformas digitales y algunas celebridades e hijos de estos no está mal su táctica —es una estrategia que vienen repitiendo tras unas temporadas e inclusive algunos han estado más de una vez en sus desfiles como es el caso de Juan Pablo Zurita o Cameron Dallas— después de todo la experiencia los millenials las comparten con sus seguidores y así enganchar a un publico, además hacen ver algo tan inalcanzable como algo posible y eso vende, y es realmente lo que al final una marca como D&B quiere lograr. El voz a voz es el medio de comunicación más rápido y efectivo, esa tarea la están haciendo sus ‘King and Angels’, ellos convierten esta experiencia en algo real, con sentido y cada uno lo hacen a su manera aportándole un plus, porque sus fans y seguidores confían en sus ídolos.  Además ellos crean diversidad. Cada celebridad e influenciador es un mercado, una lengua, una cultura y una oportunidad de conquistar y atraer compradores-seguidores para la marca, aunque debes presentar un producto con valor y ‘fashion’  —léase con un diseño atractivo, colores y detalles precisos, confeccionados perfectamente y valga invertir en esa pieza (D&g no es barato)—.

En materia de moda están quedando rezagados, si se realiza un análisis de sus últimas colecciones hay elementos que parecen que se repiten una y otra vez, hay mucho trabajo detrás de la creación y presentación de una colección y ver que están perdiendo el foco principal denota una pérdida de tiempo. Los mismos estampados y el exceso —es comprensible que hace parte de su ADN— se ha convertido en el común denominador de cada desfile, los fashionistas o simplemente compradores de la firma, esperan ver innovación —reinventar— quieren piezas únicas que conecte con su personalidad, no otra pieza más del montón. Otras firmas producen estos mismos elementos en sus diseños así que pretender que los tendrá atraídos con esa fórmula es equívoca. Un ejemplo sucedió con los boleros, estuvieron en tendencia y miles de prendas produjeron millones de dólares/pesos; y las marcas aprovecharon el furor, pero no por ello se quedaron allí, obviamente explotaron la tendencia pero estuvieron ofreciendo otros diseños para no quedarse atrás. No repetir lo mismo.


Definitivamente la firma necesita más que rostros reconocidos y ser noticia por lo que es, una casa de lujo italiana con una historia rica y demuestre con colecciones contundentes que aún es un referente de moda y tiene tela de donde cortar para sus futuras pasarelas. El rumbo lo decide la firma.


-Karl

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